Aqui os dejo algunos juegos que podreis usar para jugar con vuestros pequeños y sus amigos en casa:
1. ¡Vamos en moto!
El organizador tiene que sentarse en el suelo y los niños van colocándose detrás, como si fuesen en
una enorme moto.
El piloto va dando las indicaciones en voz alta:
“A la derecha. A la izquierda. ¡Cuidado, que freno! ¡Venga, que acelero!” y va girando el tronco a la vez que habla. Los niños tienen que ir girando con él.
Os divertireis y las risas triunfaran en la sala.
2. Dentro y fuera.
Para este juego necesitarás
una alfombra bien sujeta al suelo.
El organizador del juego informa a los niños que sobre la alfombra están en la región conocida como
“dentro”, y fuera de la alfombra es la región conocida como
“fuera”.
Los niños se sitúan fuera de la alfombra para que el juego comience, y el organizador va diciendo en voz alta:
“dentro, fuera, dentro, fuera…” y los niños tienen que ir saltando de la alfombra. El juego debe ir
cada vez más rápido y de forma aleatoria:
“dentro, dentro, fuera, dentro, fuera, fuera…” Como el tiempo es corto y a cada cambio de palabra los niños tienen que obedecer y saltar, el riesgo de que se equivoquen es elevado.
Los que se van equivocando, quedan eliminados. Puedes hacer varias rondas y que el ganador obtenga un punto con cada victoria y dar un premio al que más puntos logre.
Un juego con el que además de divertirse tus hijos aprenderan a controlar sus reflejos y hacer un gran ejercicio de mente.
3. La zapatilla por detrás.
“A la zapatilla por detrás, tris tras, ni la ves ni lo verás, tris tras, mirar pa arriba que caen judías...” Los
niños están sentados en el suelo con los ojos cerrados y otro corre por
detrás. En un momento dado, deja una zapatilla detrás de uno de los
niños, que tiene que salir corriendo a pillar al otro, si este pilla al primero antes de que se siente en su sitio, gana y se vuelve a sentar, si no lo pilla tendra que ser él el que pase por detras.
4. Los oficios.
"Me pongo de pie, me vuelvo a sentar porque a los oficios vamos a jugar..." Los niños van imitando con sus manos diferentes oficios al ritmo de la canción: costurera, barrendero, planchadora... y el resto de niños deben adivinar que oficio es, el que lo adivina es el siguiente en jugar, si no lo adivinan en un rato se elije otro oficio diferente u otro imitador.
5. El regalo de mil capas.
Se
prepara
un regalito envuelto en
varias capas de papel. Se puede meter una
golosina entre capa y capa.
Los niños deben sentarse en
un círculo y se
le da el regalo al cumpleañero. Se enciende la música (preferiblemente canciones para los niños) y los niños deben pasarse
el regalo de uno a otro. Cuando se
apaga la música, el que tiene el
regalo en este momento debe
quitar una capa de papel. Si se ha metido
una golosina, se puede quedar con ella. Se pone la música otra vez, y
así hasta el final, cuando se hayan quitado
todas las capas de
papel, el niño que destapa el regalo se queda con él.
6. Lucha entre serios.
Colocados en dos filas, una frente a otra, el objetivo de este juego es lograr que el jugador contrario se eche a reír antes que tú.
Para ello sólo podrán hacer muecas, todas las que deseen. Guiñar un
ojo, sacar la lengua, meterse el dedo en la nariz, intentar deformarse
los párpados... Gana el equipo que más aguante sin reír. ¡Verás qué
caras y qué carcajadas!
7. El globo irrompible.
Los
juegos con globos son divertidísimos, ¡sobre todo cuando explotan! Ata
un globo al tobillo de cada niño. Al
son de
la música
salen a la pista.
El juego consiste en pisar el globo del contrario,
salvando el propio.
Los niños que pierden su globo salen de la pista.
Gana el último en
conservar su globo.
8. Caballería.
Coloca a todos los niños en
una fila. Uno de los pequeños ejerce de
caballero, colocándose enfrente de ellos. Cuando grite
“¡caballería!”
sus amigos deberán salir corriendo para llegar
a tocar el muro que
estará a la espalda del caballero
sin ser atrapados por éste. Todos los
“potrillos” cazados se convierten en caballeros y
empiezan también a
cazar. El primer jugador atrapado la liga en el turno siguiente.
9. El rey cortejado.
Uno de los jugadores es
el rey, o la reina, y se sienta en su trono. Por
turnos de 30 segundos, el resto de jugadores intentan
hacerle reír
valiéndose de muecas, reverencias y frases cortas pero dirigidas a un
soberano –
“¿sería tan amable de bailar conmigo?–.
El cortesano que logre
su objetivo
se convierte en rey.
10. ¿Quién soy?
Escribe el nombre de
personajes famosos infantiles
y reconocibles para los niños en varias tarjetas:
Mickey, Blancanieves, Bob esponja, Olaf… Pon las tarjetas
del revés. Cada jugador
cogerá una de ella y, sin mirarla, se la colocará
en la frente (puedes
sujetarla con una cinta para el pelo o un poquito de cinta adhesiva).
Todos los jugadores veréis quién es salvo el que porta la tarjeta, que
tendrá que hacer
diferentes preguntas a sus compañeros, que
solo podrán
responder con
“sí” o
“no”.
“¿Soy un futbolista”, “no”, “¿soy un dibujo
animado?”, “sí”, “¿soy un pato?”, “sí”, “¡soy el pato Donald!”. Podéis
fijar un tiempo máximo para adivinarlo o un número de preguntas fijo.